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Dos de buen gusto «Marzo»

RONDA 14 MADRID

UN RESTAURANTE QUE SORPRENDE

Te dice un amigo, “(…) un Restaurante de Avilés ha abierto sucursal en Madrid” y tiendes a pensar, “un asturiano más, verdinas, fabes, pixin, cachopo…”…. Pero el amigo prosigue … “es comida es Astur- peruana-asiática” y de repente …. A los que nos gusta la chifa no nos tienen que decir más: Reservamos y probamos.

Por resumir en dos palabras: Mag-nífico.

Ahora bien, ni asturiano ni chifa. Se trata de un restaurante de fusión de verdadera calidad. Local de dos pisos, agradable pero no elegante, en una zona de Madrid muy señorial, General Oraá 25, cerca de la Embajada Americana. Servicio rápido y amable con explicación de los platos, pero sin aburrir.

Lo primero que sorprende es la carta. Una hoja de “piqueos” y otra de sushi, no hay segundos. Todo para compartir. Promete.

En la segunda hoja sorprende, de nuevo, ver el nigiri de hamburguesa de wagyu y el gunkan de huevo trufado. ¿Copia de kabuki?, puede ser, pero ambos tienen su toque diferencial y merecen la pena. Tanto que repetimos.

Excelentes las gyozas, especialmente la criolla, de nuevo sorprendente. Muy apreciable las causa limeña con bonito, si bien con un toque diferente al habitual. Bien los roll de shusi, razonable el pulpo parrillero con patatinas y algo decepcionantes los cachopinos de ternera con cabrales. Rica la tarta de queso con frutos rojos.

Comida para cinco (bebida aparte) por 121 euros. Un chollo en Madrid para los tiempos que corren. Nos quedamos con ganas de pro- bar varios platos. Volveremos y lo recomendamos.

LA BIEN APARECIDA MADRID

UN ESCALÓN POR DEBAJO DE SUS AMBICIONES

Tercer restaurante en Madrid de un buen restaurador cántabro. Tras Cañadío y el gran éxito de La Maruca, Paco Quirós abre La Bien Aparecida.

Y lo abre en “la milla de oro” de la restauración madrileña, en Jor- ge Juan 8. Toda una declaración de intenciones. ¿Pretende echar un pulso a El Paraguas?. Si lo pretende lo pierde.

Local ambicioso con estilo minimalista en dos plantas. Servicio atento y abundante, con buen ritmo. Carta amplia tocando todos los palos (entrantes fríos y calientes, arroces, guisos, carnes y pescados). Muy tentadora.

Los entrantes para compartir resultan apetecibles. Rabas y croquetas razonables. Especial mención a la ensaladilla que, en realidad, es una mixta con mayonesa muy suave. Los segundos por debajo de las expectativas. Buen mercado y poco más. Lo mejor que tomamos fueron las pencas a la importancia. Lo peor, una pena de arroces.

La carta aparenta ser más cara de lo que resulta. Comida para cinco (bebidas aparte) unos 175 euros. Un restaurante correcto, sin duda, pero te vas con la impresión de que se queda un escalón por debajo de sus ambiciones. Probablemente hay locales en la zona con similar o mejor relación calidad/precio.

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