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Dos de buen gusto «Julio»

DSTAGE

EXPERIENCIA GASTRONOMICA DE PRIMER NIVEL

No me gustan los menús largos, me gusta picar, pero prefiero picar de carta compartiendo con el resto de comensales. Dicho eso, hacía tiempo que teníamos ganas de probar el nuevo concepto de Diego Guerrero al que disfrutamos en Club Allard. Reservamos para comer un lunes, con varias semanas de antelación, y allí nos presentamos después de un paseo por el barrio de Chueca, que esta magnífico en cuanto sale un poco el sol.

Local muy trabajado desde el punto de vista de decoración, y tam- bién cómodo, con vista abierta de la hiperpoblada cocina. Mención aparte de los baños, tipo retro y con vistas a un patio, preciosos. Ser- vicio exquisito y ritmo muy meritorio, indispensable para menú largo. Y el menú es largo. Pedimos el corto y fueron dos aperitivos, ocho platos salados, uno para cambiar el paladar y 2 postres. Aun así, sali- mos en menos de dos horas.

La experiencia comienza en el bar y continua en la barra de la cocina antes de sentarse a la mesa, recordando al paseo inicial de hall, huer- ta y cocina del gran Azurmendi.

El menú fue una constelación de sabores y cocinas (peruana, china, tai, mexicana, etc).

Muy destacables el pandan radish, los raviolis de alubias de Tolosa, la primavera, el solomillo del carnicero y el maíz de postre, pero en general una gran experiencia gastronómica.

Parece que el chef quiere seguir el camino que le ha llevado a Eneko Atxa y a Dabiz Muñoz a lograr las tres estrellas antes de los 40 años. Aunque él no lo alcanzara a esa edad, si que parece una propuesta seria con ese fin. Veremos. El menú corto son 88 euros sin bebidas. Para mí, muy de vez en cuando, merece la pena.

TABERNA REGI

SI PASAN POR URDULIZ NO SE LO PIERDAN

Urduliz en Bizkaia, a medio camino entre Getxo y Plentzia, es donde se encuentra la Ta- berna Regi. Este establecimiento, aunque quede un poco a desmano, tuvo su época do- rada a principio de este siglo (el XXI) por lo bien que se comía y porque pertenecía a los padres de Joane Somarriba, que por aquel entonces ganaba tres tours de Francia y dos giros de Italia femeninos. En la taberna Regi se sigue comiendo bien, aunque ya no esté tan de moda.

Volvimos recientemente y elegimos el menú bistrot, una breve experiencia gastro- nómica servida entresemana por 21 euros para comer y 27 para cenar.

Comienza con unos aperitivos. Un delicioso chupito de sopa caliente de guisantes, tres croquetas muy logradas (de chorizo de caserío y maíz, de gamba y coco ligeramente picante y de jamón con huevo) y un correcto pastel de txangurro (como el pudding de cabracho pero con centollo como materia prima).

A continuación, un entrante, un segundo y un postre a elegir entre 5 o 6 opciones. Dado que íbamos tres compartimos. Magnifico pastel de espárragos bien acompañado de una vinagreta, sabroso timbal de langostinos con puré de patata y delicioso el risotto con pul- po donde, por poner una pega el pulpo estaba algo blandengue. De segundo una correcta carrillada de ternera, una marmita de rape con guisantes y patatas, sabrosa, pero con escasa marmita y unas aceptables albóndigas de bacalao ajo arriero. El postre también logrado, pastel ruso y pastel de arroz.

No me negaran que es una gran comida por 21 euros barba (incluyendo agua y vino de la casa). Lo dicho, si pasan por Urduliz no dejen de ir. Se sigue comiendo bien y bastante barato.

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