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Francia y la equidad

A casi todos nos ha sorprendido la fuerza y arraigo de las manifestaciones de los “gilet jaune” (chalecos amarillos) en los últimos meses en Paris y otras ciudades francesas.

Sin padre institucional conocido, se iniciaron para protestar por la subida del precio del gasoil para igualarlo al de la gasolina.

Y a partir de ahí, sin que nadie acierte a entenderlo, se han convertido en una protesta contra los privilegiados y contra la desigualdad, tomando como enemigo a Macron, al que llaman <<el presidente de los ricos>>

Y es que el descontento y, en muchos casos, indignación de las clases medias por la calidad de vida perdida postcrisis, está surguiendo en todos los países europeos. En Italia en las urnas, en Gran Bretaña con el Brexit, en España en los nacionalismos, etc.

Francia eligió a un Presidente Populista de Centro hace dos años. No tenia ningún partido detrás y era un movimiento novedoso y sin ataduras. Sin embargo, su lider provenia de las élites políticoeconómicas. Graduado en ENA, como toda la élite francesa, banquero de inversión y ministro socialista. Definitivamente: un curriculum de “la casta”.

Lo curioso de la violenta reacción de los chalecos amarillos es que Francia ha sido históricamente el país europeo cuyo gobierno mejor ha repartido la riqueza, el que mas equidad ha conseguido.

Miren el siguiente gráfico. En el se muestra para 2015 la estimación del coeficiente de igualdad Gini de los ingresos en varios países europeos y Estados Unidos. Este coeficiente mide la desigualdad. Un valor 1 supone que todos los ingresos del país van a una sola persona. Un valor cero supone que estan repartidos a partes iguales entre todos los habitantes. De ahí que cuanto mas cercano a cero, menor desigualdad.

La barra roja es el valor del coeficiente que resulta del libre juego de mercado. La azul, es el que prevalece tras el efecto de los impuestos y los subsidios. Por lo tanto, la diferencia entre ambos es el efecto de redistribución que consigue cada gobierno.

Ya lo ven. Nuestros chalecos amarillos tendrían mas motivos para el descontento que los franceses

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